Obama ya había destinado su último mensaje radial semanal para reiterar los beneficios económicos de la reforma migratoria, con la que se pretenda dar una vía a la ciudadanía a los “sin papeles”, descartando utilizar sus poderes ejecutivos para reformar el sistema migratorio del país.
Obama ofreció entrevistas con las cadenas Univisión y Telemundo, como parte de una ofensiva para impulsar entre los latinos la reforma migratoria que se debate en la Cámara baja.
Con sus poderes ejecutivos, Obama ya lanzó un programa para otorgar permisos de trabajo a los jóvenes indocumentados, los ya afamados "dreamers".
Sobre las posibilidades de que la reforma sea aprobada en la Cámara baja, de mayoría republicana, Obama dijo que es precavidamente optimista de que así suceda; sin embargo, admitió que se ve difícil que esto se cumpla antes de la fecha límite que él había puesto.
"No creo que vayamos a verla antes del receso de agosto", dijo Obama a Telemundo
La reforma aguarda en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, entre quienes hay muchos conservadores que ven con malos ojos la iniciativa.
A la presión de Obama se sumará la de un grupo de jóvenes de origen latino que comenzó una campaña nacional para registrarlos.
"Queremos que los legisladores nos respeten más, y nos respetan más sólo si tenemos votos", dijo Joel Magallán, director de la Asociación Tepeyac, con sede en Nueva York, que informó impulsar y estar detrás de la campaña de medios de Obama.
Jóvenes vinculados al programa comenzaron a buscar personas en los barrios donde la comunidad latina tiene una fuerte presencia para registrar a los que puedan votar.
“En barrios de Nueva York como Brooklyn hay tres generaciones de mexicanos y unos cinco mil méxico-estadounidenses que podrían votar”, dijo Magallán; pero no lo hacen porque no están registrados.
"Les avisamos a los hijos de migrantes que ya pueden votar, y así tenemos un arma para decirles a los congresistas que aprueben la reforma", dijo Gilberto Martínez, quien forma parte del proyecto.
La campaña, presentada a mediados del mes de julio, abarcará a 14 estados del país a lo largo de la Costa Este, desde Texas hasta Connecticut.